Es un hecho que la pandemia de COVID-19 vino a cambiar nuestra forma de trabajar, la mayoría de las empresas que piensan regresar a la llamada "Nueva Normalidad" lo harán de manera remota, es decir desde sus casas, anteriormente y para la mayoría de las compañías el trabajo en casa era un tema tabú, donde muchos cuestionaban "¿Trabajar desde casa?, ¿Pero cómo saben que estás realmente trabajando y no estás perdiendo el tiempo?", a decir verdad eso es precisamente uno de los paradigmas que están cambiando.
Por experiencia lo digo, yo que me dedico a ésta hermosa profesión llamada Head Hunting, les puedo asegurar que las vacantes que menos trabajo cuestan de cerrar son aquellas que son remotas y de compañías que en su cultura tienen la mentalidad de trabajar por resultados o entregables, no por horarios rígidos y/o largas jornadas encerrados en una oficina que dicho sea de paso le queda muy lejos a la mayoría de los empleados, haciéndoles perder tiempo por el traslado, gasolina, desgaste de automóvil y aumentándoles el estrés de llegar "A tiempo" a sus lugares de trabajo.
El COVID-19 trajo cambios que llegaron para quedarse, ésto, si no lo hemos entendido aún, es resistirnos a algo inevitable y que ya está, que no podemos cambiarlo y que con ésta actitud de resistencia lejos de ayudarnos es como si estuviéramos cavando nuestra propia tumba.
Justamente el otro día volví a leer el libro de Spencer Jhonson ¿Quién se ha llevado mi queso? La historia narra que 2 pequeños ratones vivían en un laberinto donde había mucho queso, todos los días lo único que tenían que hacer era estirar la mano y así obtendrían todo el queso que quisieran; un buen día despertaron y simplemente para sorpresa de los ratones ya no había más queso, uno de ellos lo tomó con la mejor actitud y se puso a buscar queso en otras partes del laberinto, en su búsqueda durante su camino encontraba pequeños trozos de queso nuevo y fresco los cuales disfrutaba conforme iba avanzando, mientras que el otro se quedó en ese mismo lado del laberinto lamentándose de ¿Porqué se había terminado el queso?, refunfuñando y dando vueltas y vueltas a lo mismo preguntándose una y otra vez ¿Por qué se había terminado el queso?, para no alargar la historia, al final el ratón que tenía la mejor actitud encuentra en otro lado del laberinto una montaña de queso incluso más grande que la que ya tenían, logró convencer al otro ratón de que era importante moverse y evolucionar, así fue también como salvó a su compañero.
Parece una historia muy simple, pero tiene mucho significado y sobre todo creo que aplica totalmente a lo que estamos viviendo, tengo 2 muy buenos amigos que vivían de la industria restaurantera, y digo vivían por que uno de ellos ya cerró, son 2 historias muy contrastantes por un lado uno de ellos entendió rápidamente que no podía quedarse sentado cruzado de brazos a esperar que terminara pronto la pandemia, por lo que empezó a enfocar sus servicios a domicilio y a dar cursos y asesorías en línea.
La semana pasada hablé con él por Zoom y me dijo "Juan, ésto de la pandemia me vino a dar una nueva perspectiva sobre como hacer negocios y me está llendo de poca m...", le dije ¡Orale¡ ¿Quién lo diría?, le dije que me daba mucho gusto por él y que le deseaba como siempre, mucho más éxito del que ya tiene.
El otro colega por su parte se deprimió, se quedó en su casa, según él para pasar más tiempo con su hija y a los 4 meses tuvo que cerrar el negocio que le había dejado su padre por falta de flujo de efectivo.
Ésta como otras historias se están repitiendo a diario, es la misma situación, pero diferente actitud, mis queridos lectores NOS (Me incluyo) dejo de tarea las siguientes preguntas....
1) ¿Con qué actitud estamos afrontando los cambios actuales? (Me quejo o busco adaptarme a él)
2) ¿Me estoy constantemente preparando para éstos cambios? (Buscando queso nuevo)
3) ¿Quiero ser promotor de cambios o simplemente espero a que éstos me afecten?
Y para cerrar...todas y cada una de las industrias están cambiando a pasos agigantados y de manera vertiginosa, algunas incluso van a desaparecer o enfocarán sus esfuerzos a sectores nunca antes vistos, no sirve de nada el quedarnos en un pasado que está precisamente ahí, en el pasado y por mucho que refunfuñemos, nos quejemos, nos lamentemos, simplemente no volverá, por lo que mi invitación con éste artículo es que independientemente del sector en el que te encuentres, te preguntes a diario ¿Dónde está el queso de tu industria?